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El Perdón Según las Escrituras – Parte I

¿En verdad pueden todos los seres humanos perdonar?

Estimado lector,

Nos llena de mucha alegría su interés en conocer acerca del perdón. Este es un tema fundamental pra todos los seres humanos, en especial para todos los cristianos. Aveces pensamos que perdonar es un derecho, pero la Biblia nos enseña que mas bien es un deber, un mandamiento explícito de parte de nuestro Señor Jesucristo. Este artículo es la primera parte del estudio – “El Perdón Según las Escrituras”. Esperamos que este medio de enseñanzas, le pueda guiar a orar de manera genuina y acercarse fervientemente a Dios, en busca de un arrepentimiento auténtico.

Lectura Bíblica

  • Flp 3:12  No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
  • Flp 3:13  Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
  • Flp 3:14  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

¿En verdad, pueden todos los seres humanos perdonar?

Lamentablemente la respuesta es NO. Es muy conocida la frase: “Yo no soy Dios para perdonar...” expresión que cuando se usa, tristemente sale del alma. Las personas alegan imperfección o incapacidad para realizar este acto milagroso. Y ciertamente su alegato es correcto, solo que su razón no lo es. La verdadera razón por la que no pueden perdonar no es porque no son Dios, sino porque no son hijos de Dios, en la segunda parte del estudio explicaremos el porqué.

Muchas veces, movidos por conveniencia o por presión de grupo, estos ‘perdonan’. Pero su perdón no es verdadero. Siempre es temporal o condicional y realmente nunca olvidan. Cuando nos hieren, nos importan demasiado las cosas y particularmente lo que nos hicieron para perdonarlo tan fácilmente. La cicatriz es muy profunda y no puede ser curada con palabras. Pedir perdón o perdonar, no es cuestión de palabras, sino que es un acto milagroso.

El Espíritu Santo enseña a través del apóstol Pablo, que no es necesario ser perfecto para perdonar, olvidar y seguir adelante. Este milagro solo es posible cuando tenemos la mirada puesta en Cristo Jesús. Es imposible que podamos verdaderamente perdonar sin la ayuda y la dirección del Espíritu Santo.

Solo cuando estamos en Cristo Jesús ocurre el verdadero milagro del perdón. Solo cuando conocemos y seguimos a Cristo Jesús como a nuestra meta suprema y más importante que todo en nuestra vida, es cuando estimamos todo lo demás de poco valor en comparación con el gran tesoro que es Cristo Jesús. Solo así ocurre el milagro, el Espíritu Santo nos ayuda a verdaderamente perdonar.

Nuestra realidad y la necesidad de perdonar

¿Es necesario el perdón en nuestros días? Todos gritarían que sí!! Aunque ya sabemos que no todos pueden perdonar, veamos cuál es la necesidad de perdonar hoy en nuestra sociedad. Observemos la siguiente imagen y como generalmente sucede expresemos lo primero que nos viene a la mente:

Lo más probable es que muchos expresen: “una rosa!” o “una bella rosa!” otros más detallistas dirían “una hermosa rosa roja”.

Solo unos pocos notarían que es “una hermosa rosa roja con espinas“.

Veamos un poco mas detalladamente - Dar Click por favor para ver la imagen

A partir de ahora, algunos lo único que verán son las espinas y se olvidaran de que también es una hermosa rosa roja. Este ejercicio es parte de nuestra percepción humana. Creemos que todo es bello y hermoso hasta que encontramos las espinas y luego creemos que todo es espinas y que no hay nada que apreciar ni salvar.

Los seres humanos somos como esta “hermosa rosa roja con espinas“. La gran mayoría nos ven con una simple vista. Observando lo superficial, nuestra apariencia, posesiones, títulos, relaciones, etc. y cuando nos abrazan y se dan cuenta de que también tenemos espinas. Entoces nos sueltan y lo único que ven en nosotros son espinas. Dicen que no se pueden acercar más a nosotros porque cada vez que lo intentan salen lastimados. Y casi siempre nosotros argumentamos lo mismo de ellos.

Una vez que comprendemos cómo somos, “una hermosa rosa roja con espinas“, tenemos la obligación de pedir perdón a todos los que hemos herido. Pero lo más importante es reconocer la necesidad de permitir que el jardinero trabaje con nosotros, en nuestras vidas y nos pode las espinas. El podar las espinas, no es un trabajo de una sola vez en la vida. Ya que estas vuelven a nacer.

De la misma manera, si nosotros no permanecemos en el taller del Jardinero para que nos mantenga siempre podados, nos vuelven a nacer las espinas y por ende volvemos a lastimar a nuestros seres queridos. Aquí es donde muchos incrédulos dicen “ahhh ja y disque cristianos…con espinas otra vez!!” En realidad, muchos piensan que porque van a la iglesia, ya no les salen espinas. Se creen que ya son perfectos o auto suficientes, porque tienen muchos años en la iglesia o porque dicen que han conocido al Señor y han estado en su presencia. Que falsa ilusión!!

Aunque somos sus hijos y somos perfectos en Cristo Jesús, mientras estemos en este cuerpo mortal y corruptible, nuestra imperfección aunque muchos la oculten durante muchos años, siempre sale a la luz. Siempre necesitamos ser podados por el Maestro. ¿Y tú, amado lector, necesitas una podadita, verdad?

Reconociendo nuestra realidad y la de los que nos rodean, es posible que podamos perdonar. Todos somos hermosos como rosas, pero también tenemos espinas. Ahora podemos entender que de la mima manera que nos hicieron daño, es posible que tú y yo también hagamos daño a los demás.

Esta es la razón fundamental por la que debemos aprender a perdonar. Para poder vivir en armonía. Así que, ¿En verdad pueden todos los seres humanos perdonar?, la respuesta es que nosotros solos, por medio de nosotros mismos, no es posible; pero con la ayuda y guía de Dios, sí lo es. Reconocer que nosotros necesitamos ser perdonados, nos da las fuerzas para también perdonar. Te preguntarás, ¿de qué debes ser perdonado? y ¿por qué este mundo es así, lleno de tanta maldad? ¿por qué los malos prosperan y los buenos siempre mueren? Y ¿aún así debemos aprender a perdonar? Amado lector, te invito a conocer más sobre el perdón en la segunda parte.

¿Quieres saber más sobre el perdón?

Amado lector, ¿te gustaría entender de dónde viene la raíz de nuestros problemas? El Señor Jesucristo nos dice “que al principio no fue así”, es decir, cuando El nos creó todo era diferente. No te pierdas la Segunda parte:

¿Quieres entender nuestra realidad y la necesidad de perdonar?

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1 Comment

  1. Solo espinas tengo en la vida, mi hermosa rosa es mi hija y es la bendición mas grande que Dios ha puesto en mi vida. me gusto el texto espero algún día recibir el perdón de Dios y poder pedir perdón también a mis padres para ya no sentir mas dolor en mi alma. Dios les bendiga y guarde mi hija.

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